Precio de la materia estrella de las baterías se desploma y la explicación parece estar en China

Hace apenas unos meses el litio era un mineral fundamental. Es junto a las tierras raras y algunos minerales como el tungsteno, el grafito o el telurio una materia prima crítica para la economía de la transición climática. No es que el litio ya no lo sea, pero su demanda y en consecuencia su precio ha caído espectacularmente.

Si para algo es básico el litio es para la fabricación de las baterías de los vehículos eléctricos. Y esa es la clave de lo que está ocurriendo. ¿Había una burbuja? Sí y ha estallado, según publica la el portal Energía Libre.

En los dos últimos años hemos asistido a una carrera de los fabricantes de vehículos eléctricos por hacerse con la materia prima, con el necesario litio. Esa fiebre, esa necesidad, multiplicó por más de seis el precio del carbonato de litio y por casi diez el del espodumeno.

Esa exorbitante subida aún tuvo lugar en 2022, en varias ocasiones. Pero todo cambió cuando el año daba sus últimos coletazos. Entre diciembre de 2022 y febrero de 2023 el litio ha perdido casi un 30% de su valor en el mercado chino, el mayor del mundo para este tipo de automóviles.

Según datos de Fastmarkets, agencia de estimación de precios de materias primas, el carbonato de litio alcanzó su pico máximo a finales de noviembre de 2022, cuando cada tonelada se situaba en torno a unos 597.500 yuanes (81.389 euros), cifra desde la que cayó hasta los 425.000 yuanes (57.891 euros) el pasado 21 de febrero.

Aunque la inversión inicial de un eléctrico es superior a la de un vehículo convencional, el precio se puede ver compensado en el tiempo por el ahorro que supone recargar el coche

Solo uno de cada diez vehículos vendidos en España en febrero era electrificado.

Para hacernos una idea mejor del momento, en 2021, los precios fluctuaban por debajo de los 100.000 yuanes (14.392 dólares, 13.602 euros). Es decir, lo del litio en 2022 fue una locura o eso, una burbuja. De modo que se espera que el precio siga bajando por el exceso de oferta y un crecimiento ralentizado de las ventas de vehículos eléctricos, resume Caixinglobal.

El Gobierno chino ya tenía planeado suspender las subvenciones a la industria de los coches eléctricos. Entraron en vigor en 2009 y desaparecerían en 2022. Antes de que eso ocurriera, a finales del año pasado la demanda de este tipos de vehículos se ralentizó bruscamente.

Ya sin ayudas públicas, las ventas de automóviles eléctricos cayeron en enero casi a la mitad que en el último mes de 2022. Y, no hay que olvidarlo, el chino es el mayor mercado mundial de este tipo. La nueva situación supone un «incremento de miles de yuanes en costes» para los fabricantes en un momento de intensa competición en el sector, según la prensa local.

Las empresas piden más fondos europeos al Gobierno para completar la sustitución de vehículos de combustión por eléctricos.