El Museo Costumbrista invita a ver una La Paz en miniatura

El Museo Costumbrista Juan de Vargas custodia más de 4.500 bienes culturales. 322 de ellos se exponen actualmente como parte de la muestra “Mi La Paz en miniatura”, que propone la representación de lugares emblemáticos de la ciudad en pequeño formato.

La Terminal de Buses, el Monoblock de la UMSA, el Cementerio General, la iglesia de San Sebastián, la Casa de Murillo, Correos, el Museo Nacional de Arte y chalets antiguos de los años 60 y 70, son algunas de las piezas que pueden verse. Los detalles pueden apreciarse en cada una de ellas, ya que son ganadoras de diferentes versiones del Concurso de Alasita.

La exposición estará abierta a la población hasta el 28 de febrero y busca realzar los bienes culturales sobre la Alasita como un elemento conceptual. A través de este se muestra la ciudad de La Paz con sus edificaciones, danzas y paisajes con el propósito de alimentar la imaginación e ilusiones del visitante.

La muestra se divide en dos salas. La primera, con más de 200 trabajos, que reflejan los aspectos que caracterizan a la ciudad, como la gastronomía, cultura y espacio geográfico. Es así que, en las maquetas resaltan las comidas y bebidas tradicionales como el anticucho, el api, el chairo, el helado de canela y el sándwich de chorizo.

Se suman piezas de yeso policromado que representan a damas que ofrecen flores, verduras, coca y otros elementos que hacen a un mercado típico.

No se puede hablar de La Paz sin imaginar al Illimani, por lo que el nevado es uno de los elementos de la exhibición.

En otra sala, la muestra se complementa con ‘Mi La Paz y su ciclo festivo en miniatura’, que propone una línea de tiempo del calendario festivo con las celebraciones importantes de La Paz. Las piezas fueron elaboradas en yeso, cerámica, muñequería y metal, entre otros materiales.

Por tratarse de las actividades de mayor popularidad y participación ciudadana, las miniaturas representan las fiestas de enero a diciembre. Algunas de ellas son: el clásico paceño entre el pepino y el ekeko hecho en cerámica, y el bufón del Carnaval tallado en madera.

También está presente la ostentosa entrada del Gran Poder, a través de una comparsa de morenos en miniatura hechos en plata. El mes de la Pachamama se refleja en piezas ganadoras recientes como la titulada ‘Con suerte que sea’, pieza de 2014 realizada en muñequería que muestra el armado de una mesa.

También se incluyen la fiesta de Todos Santos, con una maqueta titulada ‘Horno de panificación’ ganadora del concurso en 2004; además de la Navidad, que consta de tres nacimientos del siglo XX.

Las piezas más antiguas corresponden a la colección de Antonio Morales Vizcarra. Se trata de representaciones de danzas rurales, como el chatripuli, que fueron elaboradas entre los años 50 a 60. La sala cuenta con apoyo audiovisual, tanto de la Alasita como del Carnaval de antaño.

Muchas de las obras salieron del depósito del museo para exponerse por primera vez. El valor adicional que se les da es posible solo a través de su exhibición.

Por: La Razón